sábado, 6 de octubre de 2007

El principio tuyo



Todas las tardes cuando no tengo nada que hacer recuerdo mis juegos con Valdir, mi hermano menor, esas tardes en Las Montañas del Carnero. Cuando de alguna u otro forma me hacías recordar que tú eras el octavo. La magia te hacía crecer, en cambio a mí me daba envidia. "Jugamos a cigarrillo 340", porque el ajedrez era para los dioses, las batallas para los bárbaros, las tabernas para los adultos, las plantas para las brujas, los dragones para los estúpidos. Toda la tarde con el mismo juego, aunque el centellear octarino no te dejaba ver...

Te pillé, "¿a quién más?". Y me tocaba a mí, hasta que llegara nuestra madre de la ciudad con cara de pescado frito mal echo, así hasta el día siguiente cuando volvíamos a jugar.

"¿Juguemos con Gran A'tuin?". Desde es momento, nunca más volví a jugar contigo.

1 comentario:

Exhalación dijo...

Wena wn....me encantó!!!!

hermoso!!!

Tienes talento, aprovechalo.